1. Antes de empezar a pintar con el rodillo, usá un pincel para pintar los "recortes", es decir, alrededor de puertas y ventanas, llaves de luz y enchufes, esquinas de paredes y sobre los zócalos. Un pincel de 5 cm es ideal para este trabajo.
2. Verté una buena cantidad de pintura en la bandeja; para ‘cargar’ el rodillo, sumergilo y movelo de un lado al otro hasta que se cubra por completo. Hacelo rodar en la bandeja para quitar el exceso.
3. Comenzá pintando una ‘M’ en la pared y luego rellenala con una ‘W’. Trabajá con el rodillo en forma de zigzag sobre una superficie de un metro cuadrado aproximadamente. No presiones demasiado, pero intentá lograr una cobertura uniforme.
4. Reducí la presión sobre el rodillo antes de retirarlo de la pared. Esto te ayudará a lograr un acabado libre de vetas.
5. Asegurate de contar con suficiente tiempo en el día para aplicar dos manos de pintura. Deberías esperar que la primera mano de pintura seque antes de aplicar la segunda (verificá los tiempos de secado en la lata), te ayudará a lograr un acabado parejo.
6. Siempre que termines de usar el rodillo lávalo bien, usando agua o un disolvente para pinturas al solvente, esto te permitirá poder volver a usarlo, en caso de que no se lave o se lave mal te dará un mal acabado cuando vuelvas a usarlo.